Los vinos naturales “libres” de Simbad Romero, enólogo sevillano afincado en Ronda, tras conquistar las capitales más importantes de España llegarán también a Copenhague, una de las grandes capitales de este sector en crecimiento. Allí los amantes del vino fueron de los primeros que apostar por esta nueva forma de elaboración.
Fue para las pasadas navidades cuando Romero, vinculado a los vinos naturales por su trabajo en Mythopia Andalusia y su proyecto en Galicia bajo la denominación As Londras, decidió lanzar su propia gama de vinos naturales desde Ronda. Aquí también mantiene su propia bodega, Badman, que inició junto a su amigo y también enólogo, Manuel Carrizosa, aunque en este caso están dedicados a la elaboración de vinos tradicionales.
En cuanto a su proyecto más personal, llegó al mercado con cuatro referencias: El Marino (100% Moscatel de Alejandría), Las Mil y Una Noches (100% Syrah), La Utopia (Espumoso 100 Sauvignon blanc) y León (Orange Wine 100% Sauvignon blanc).
Unos vinos con ediciones muy limitadas con un total de 860 botellas cada una y que tenían como objetivo atender una demanda cada vez más importante de consumidores de vinos naturales.
En este sentido, Romero ha conseguido tener presencia en las principales capitales andaluzas, como Sevilla, Málaga y Cádiz como principales referencias. Además, sus vinos están también en restaurantes destacados de Madrid, Barcelona o Fuerteventura en los que este tipo de producto es su apuesta.
A ello se suma ahora su llegada hasta Copenhague, una de las grandes capitales de los vinos naturales. Allí compartirán espacio con marcas ya tan reconocidas y apreciadas como la propia Mythopia, todo un referente del sector.
Además, también tienen una importante presencia en los restaurantes más reconocidos de la propia ciudad del Tajo, con Bardal (2 estrellas Michelin) como principal referencia. Kütral, Tragatá, Pedro Romero o el restaurante del Hotel Fuente de la Higuera con los otros locales en los que se pueden encontrar.
A ello se ha sumado el interés de un distribuidor por llevarlos a Nueva York y Miami, dos ciudades en las que también existe una gran demanda de este tipo de producciones.
Un éxito que Romero reconoce que no esperaba, aunque se muestra muy satisfechos porque estos vinos con “mínima intervención” estén consiguiendo hacerse un hueco en algunos de los templos de la gastronomía más importantes del país y que ahora logren dar el salto a Europa pese a su pequeña producción.
“Al tener una producción tan pequeña he tenido que seleccionar para darlos a probar y la gente que elegí la respuesta ha sido magnífica, están encantados con los vinos y les encanta que existe este tipo de perfil de vino en una zona que ya es muy conocida por los grandes vinos que hacen los compañeros, aunque por el mercado del vino natural todavía no se había movido mucho”, ha señalado Romero.
Un éxito que le ha llevado a plantearse el incremento de la producción hasta las 2.000 ´ó 3.000 botellas. “A raíz de documental que presenté me están llamando desde muchos sitios pero no tengo vino para vender ya”, ha afirmado Romero.
Además, ya piensa en crear nuevos vinos como un ancestral tinto, aunque este año debido a las complicaciones por las plagas no descarta tener que dejar de hacer alguno de ellos al utilizar solo uva que no tenga ningún tipo de tratamiento químico en el viñedo. “Es un proyecto abierto, como indica su nombre son vinos libres y una experiencia libre y que evoluciona libremente”, ha indicado.