Llega la Navidad los mantecados, polvorones o roscos de vinos se convierten en los protagonistas de las vitrinas de los obradores. Es el caso de Daver, que ya cuenta con los sabores tradicionales en sus tiendas y también dispone de los mismos en su página web.
En el proceso artesanal para su elaboración no se utilizan conservantes y tampoco saborizantes. “No utilizamos este tipo de productos y por eso nos mantenemos con los sabores de toda la vida”, ha explicado, David Verdú.
En concreto, elaboran mantecados de canela, almendra, chocolate y aceite de oliva. Además, a ello suman los tradicionales roscos de vino y las hojaldrinas. Todos ellos se confeccionan en base a recetas antiguas de la familia que tienen más de 50 años.
Mención especial merecen los alfajores, un producto en el que se utiliza una receta con más de un siglo de antigüedad y que reproduce los ingredientes originales utilizando pan rallado como espesante en lugar de harina.
También merecen una mención especial sus mantecados de aceite de oliva, un producto que pronto se ofrecerá a modo de obsequio en las habitaciones en uno de los grandes hoteles de la Costa del Sol que cuenta con una gran cantidad de clientes de origen árabe.

Eso sí, el mantener su elaboración artesanal también tiene sus costes en forma de tiempo, y es que el proceso requiere de tres jornadas de trabajo. La primera de ellas se emplea en el secado de la harina en el horno, un trabajo que requiere que sea volteada cada 20 minutos.
Una vez obtenido este producto, al día siguiente se realiza la elaboración de la masa y se da forma a los mantecados. Un proceso que también se hace de forma manual, al igual que su colocación en las bandejas de horno y el pintado con huevo. Una vez sacados del horno toca esperar 24 horas para que las elaboraciones se enfríen de forma natural y poder proceder a liarlos. Otro paso que también se realiza a mano y que requiere de una gran destreza y mucha paciencia. Una vez completado las elaboraciones están listas para su venta.



